Así como Uribe juega con suspenso, a que si a que no, quiere su tercera reelección. También ha jugado con las víctimas del conflicto armado, porque desde hace dos años el mensaje enviado por el gobierno ha sido a que si, a que no, apoya el proyecto de ley que brindaría sustento legal a la reparación integral de las víctimas. Este juego continuó en el último minuto del trámite de conciliación del proyecto que se discutía en el Legislativo. Una de las tantas pruebas la constituye el comunicado enviado a los congresistas uribistas, solicitando encarecidamente no aprobar el texto conciliado.
Desde hace dos años es evidente como Uribe y su gobierno diluyen la responsabilidad, crean estrategias para cambiar la esensia de la reparación, se enredan en explicaciones, basan sus posiciones en temas fiscales y crean cortinas de humo para autojustificarse. Esos hechos hablan por sí solos del mar de mentiras de este gobierno.
Incluso la bancada gobiernista mayoría en el Congreso, modificó y descuartizó los artículos del texto, que obviamente fueron rechazadas por los voceros de las víctimas. En cambio, en la útlima semana de sesiones legislativas, la bancada si aprobó primero la ley que favorece a paramilitares desmovilizados (el cuestionado principio de oportunidad) y sostuvo que después discutirían el proyecto de víctimas.
Los pronunciamientos de las organizaciones de víctimas, de la Corte Constitucional y de organismos internacionales no fueron tomados en serio por el gobierno y mucho menos, las advertencias del señor Philip Alston, relator para las Ejecuciones Extrajudiciales de la ONU, al declarar que es “imperativo que al llevar adelante el proyecto de ley de víctimas tanto de actores estatales, como no estatales sigan siendo tratadas con igualdad.”
Además, el comunicado del gobierno señala que ¨en las próximas semanas, iniciará los primeros pagos que suman 200 mil millones de pesos en la ejecución presupuestal 2009 y que se destinarán aproximadamente a diez mil víctimas.¨ y eso también es otra mentira, al menos en cuento al tiempo en el que van a iniciar realmente los pagos, esto se explicó en una entrada anterior de este blog que lleva como título -¿Cuánto vale el dolor de las víctimas?-
Así las cosas, lo único cierto es que las personas que se consideran víctimas como los secuestrados, sus familias, las mujeres, jóvenes y hombres que han sido víctima del delito de desplazamiento forzado, violencia sexual, las personas torturadas, las víctimas de las ejecucciones extrajudiciales, las amenzadas, entre otras, perciben que al gobierno Uribe no le interesa, su acceso a la justicia ni la reparación integral de sus derechos.
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